Desde las 6 a.m. estuve atenta a las noticias. Me alarmaba pensar que de nuevo iba a repetirse una tragedia... pero durante el transcurso del 18 de abril, en la medida en que escuchaba y leía los informes de los medios de comunicación comenzó a alarmarme fue el hecho de que los periodistas SI estaban buscando la tragedia.
En la noche, por fin entendí que me embargaba un sentimiento extraño de felicidad y éxito que había sido alimentado con la demostración de que como seres humanos estamos en capacidad de aprender... sin importar nuestra edad ni nuestra condición étnica, social o económica...
Más de cinco mil personas ubicadas en la zona de riesgo del Volcán Nevado del Huila se demostraron a sí mismas y le demostraron al país y al mundo que estamos en capacidad de aprender cómo hacerle frente a la naturaleza... Cómo vivir con ella sin que su 'naturalidad' misma ocasione desastres y tragedias...
Los funcionarios de todas las entidades que estuvieron relacionadas con la prevención del desastre y con la evacuación oportuna se demostraron a sí mismos, le demostraron a sus comunidades, al país y al mundo entero que en Colombia SI estamos en capacidad de trabajar en forma coordinada para mejorar las condiciones de nuestra población y para actuar en forma articulada salvando muchas vidas.
Sin embargo no ha salido de mí todavía la sensación de frustración, indignación y tristeza que me invadió al ver el que TODOS los medios de comunicación y que los periodistas nos hemos acostumbrado a vivir de la desesperanza, a solo cubrir la tragedia, a explotar de forma amarillista el dolor humano y que hemos ignorado que en nuestras palabras está la principal herramienta de transformación de nuestra sociedad.
¿Por qué cuando se ocasionan muertos, en cualquier evento, corremos a preguntarle de forma 'insistente' y hasta 'agresora' a los encargados de las entidades públicas el cómo se dejó ocasionar un acto así... el por qué las autoridades no hicieron... el cómo el Estado va a proteger la vida de los 'pobres' ciudadanos y cuando se da un evento como el sucedido en el Cauca y en el Huila no corremos con la misma insistencia a preguntarle a los funcionarios el cómo lo lograron, qué hicieron, qué buenas prácticas podemos destacar, qué aprendimos, qué debemos mejorar y cómo hacemos para promover este tipo de acciones que le salvaron la vida a más de 5.000 personas? ¿Hubiera sido más noticia cubrir la cantidad de muertos? ... ¿Llegamos a la necesidad de drama de enfocar y resaltar la cabeza de una vaca que se observaba dentro de la avalancha para satisfacer nuestra necesidad de amarillismo? ¿Dónde estuvo la diferencia frente a Armero y frente a un hecho similar en la misma zona cuando murieron más de 1.000 personas en 1994?
Tenemos que reflexionar acerca de este evento, sobre todo, frente a la forma en que estamos llamados a observar todas las noticias que nos signifiquen esperanza y que nos demuestren la competencia que tenemos todos los seres humanos de Saber Qué debemos hacer; de Saber Cómo hacerlo y finalmente de Saber SER mejores, empoderados de nuestro propio presente y con la autonomía necesaria para construir nuestro propio futuro.
No es explotando la miseria, la lastima y promoviendo la recolección de alimentos para 'ayudar' a las poblaciones más vulnerables... Es necesario que todos, no solo nosotros los periodistas, sino toda la comunidad en general incluyendo a los funcionarios públicos y privados, nos empoderemos de nuestra propia responsabilidad frente a lo que DEBEMOS hacer bien día a día, minuto a minuto... Reconocer con SENTIDO COMÚN cual es nuestro papel frente a nuestra sociedad, porque no estamos solos y somos responsables de hacer BIEN cada una de las acciones que la sociedad nos demanda, desde cruzar la calle, hasta pagar en forma cumplida nuestras responsabilidades fiscales y tributarias y utilizar adecuadamente los recursos y bienes públicos porque no son exclusivamente para nuestro uso sino son beneficio para toda la sociedad.
Y promover finalmente la VOLUNTAD por mejorar cada uno y todos los días... porque el 18 de abril 5.000 personas y los funcionarios de las entidades encargadas de la prevención y atención oportuna frente a un posible desastre nos demostraron que como seres humanos estamos en la capacidad de aprender y de proteger nuestra vida como el tesoro más preciado. ¿Si fuimos capaces de hacerle frente a un evento de la naturaleza que no podemos controlar, no estamos en capacidad de hacerle frente a los errores humanos (corrupción, deshonestidad, irresponsabilidad, negligencia, injusticia) que causan la gran mayoría de las tragedias que vivimos cada día en nuestro país y en el mundo entero?.
En la noche, por fin entendí que me embargaba un sentimiento extraño de felicidad y éxito que había sido alimentado con la demostración de que como seres humanos estamos en capacidad de aprender... sin importar nuestra edad ni nuestra condición étnica, social o económica...
Más de cinco mil personas ubicadas en la zona de riesgo del Volcán Nevado del Huila se demostraron a sí mismas y le demostraron al país y al mundo que estamos en capacidad de aprender cómo hacerle frente a la naturaleza... Cómo vivir con ella sin que su 'naturalidad' misma ocasione desastres y tragedias...
Los funcionarios de todas las entidades que estuvieron relacionadas con la prevención del desastre y con la evacuación oportuna se demostraron a sí mismos, le demostraron a sus comunidades, al país y al mundo entero que en Colombia SI estamos en capacidad de trabajar en forma coordinada para mejorar las condiciones de nuestra población y para actuar en forma articulada salvando muchas vidas.
Sin embargo no ha salido de mí todavía la sensación de frustración, indignación y tristeza que me invadió al ver el que TODOS los medios de comunicación y que los periodistas nos hemos acostumbrado a vivir de la desesperanza, a solo cubrir la tragedia, a explotar de forma amarillista el dolor humano y que hemos ignorado que en nuestras palabras está la principal herramienta de transformación de nuestra sociedad.
¿Por qué cuando se ocasionan muertos, en cualquier evento, corremos a preguntarle de forma 'insistente' y hasta 'agresora' a los encargados de las entidades públicas el cómo se dejó ocasionar un acto así... el por qué las autoridades no hicieron... el cómo el Estado va a proteger la vida de los 'pobres' ciudadanos y cuando se da un evento como el sucedido en el Cauca y en el Huila no corremos con la misma insistencia a preguntarle a los funcionarios el cómo lo lograron, qué hicieron, qué buenas prácticas podemos destacar, qué aprendimos, qué debemos mejorar y cómo hacemos para promover este tipo de acciones que le salvaron la vida a más de 5.000 personas? ¿Hubiera sido más noticia cubrir la cantidad de muertos? ... ¿Llegamos a la necesidad de drama de enfocar y resaltar la cabeza de una vaca que se observaba dentro de la avalancha para satisfacer nuestra necesidad de amarillismo? ¿Dónde estuvo la diferencia frente a Armero y frente a un hecho similar en la misma zona cuando murieron más de 1.000 personas en 1994?
Tenemos que reflexionar acerca de este evento, sobre todo, frente a la forma en que estamos llamados a observar todas las noticias que nos signifiquen esperanza y que nos demuestren la competencia que tenemos todos los seres humanos de Saber Qué debemos hacer; de Saber Cómo hacerlo y finalmente de Saber SER mejores, empoderados de nuestro propio presente y con la autonomía necesaria para construir nuestro propio futuro.
No es explotando la miseria, la lastima y promoviendo la recolección de alimentos para 'ayudar' a las poblaciones más vulnerables... Es necesario que todos, no solo nosotros los periodistas, sino toda la comunidad en general incluyendo a los funcionarios públicos y privados, nos empoderemos de nuestra propia responsabilidad frente a lo que DEBEMOS hacer bien día a día, minuto a minuto... Reconocer con SENTIDO COMÚN cual es nuestro papel frente a nuestra sociedad, porque no estamos solos y somos responsables de hacer BIEN cada una de las acciones que la sociedad nos demanda, desde cruzar la calle, hasta pagar en forma cumplida nuestras responsabilidades fiscales y tributarias y utilizar adecuadamente los recursos y bienes públicos porque no son exclusivamente para nuestro uso sino son beneficio para toda la sociedad.
Y promover finalmente la VOLUNTAD por mejorar cada uno y todos los días... porque el 18 de abril 5.000 personas y los funcionarios de las entidades encargadas de la prevención y atención oportuna frente a un posible desastre nos demostraron que como seres humanos estamos en la capacidad de aprender y de proteger nuestra vida como el tesoro más preciado. ¿Si fuimos capaces de hacerle frente a un evento de la naturaleza que no podemos controlar, no estamos en capacidad de hacerle frente a los errores humanos (corrupción, deshonestidad, irresponsabilidad, negligencia, injusticia) que causan la gran mayoría de las tragedias que vivimos cada día en nuestro país y en el mundo entero?.
Rosa Cristina Parra
Comunicadora Social y Periodista
Tel. 3118871025 Bogotá - Colombia
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