(73) PROBABILIDAD DE TSUNAMI EN EL CARIBE COLOMBIANO / Rodrigo Restrepo G

. 16 de marzo de 2011
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"Cuando arda el rancho de tu vecino, mira para dentro del tuyo"
Del refranero popular colombiano

El enjambre de terremotos y tsunamis sucedidos esta semana en Japón ha suscitado el interés de conocer hasta dónde se puede presentar una situación similar en nuestro caribe colombiano.

Luego del sismo de magnitud 4,4 con epicentro a sólo 26,6 km al noreste de Barranquilla, del 2 de mayo de 2006, tuve la oportunidad de compartir con Grupo de Estudio de Desastres de Barranquilla - GDB, una presentación en la cual se modelaba la probabilidad de un tsunami en nuestras costas caribes, con base en dos hipótesis muy probables y creibles: 

La primera, tomando como referencia el tsunami de fuente cercana ocurrido frente a Panamá en 1886, el cual presenta una orientación relativamente favorable hacia nuestro caribe. Según el modelamiento hecho con simuladores, la primera ola de este evento llegaría a las costas de Cartagena, donde existe un mareógrafo de monitoreo, en un tiempo aproximado de 40 minutos y produciría una ola apenas superior a los 20 centímetros.

La segunda toma como referencia el sismo de 1843 de fuente lejana, en el área de las Antillas Menores, cerca de la isla Antingua. Según esta hipótesis, el mareógrafo de Cartagena presentaría registros importantes luego de 2 horas y media de sucedido el sismo, con incremento del oleaje en 40 centímetros en promedio.

No obstante los resultados obtenidos, los cuales obedecen a simulaciones y probabilidades con sustento en los antecedentes históricos, es conveniente tener en cuenta que el proceso de cambio climático viene mostrando comportamientos extremos en las últimas tres décadas en relación con los eventos de la naturaleza potencialmente generadores de desastres, hasta el punto que se hace necesario un proceso de reingeniería y de revisión de estándares.

El contexto de los eventos recientes en Japón, que indudablemente corresponden a sucesos mixtos: terremotos (aún activos al momento de escribir este documento), tsunamis, desastre antrópico de tipo tecnológico (plantas nucleares generadoras de energía) y activación volcánica, nos permiten definir esta situación como un Desastre Complejo, donde probablemente la llegada de la ayuda humanitaria y su sostenibilidad va a ser muy dificil y la recuperación va a tomar muchos años, esfuerzos, recursos y solidaridad internacional. Esta solidaridad deberá concientizarnos en la necesidad de incrementar la gestión del riesgo en nuestros países, por ejemplo, evaluando el beneficio de la generación de energía mediante plantas nucleares, frente al riesgo de que éstas transformen un desastre simple en un desastre complejo.

Mientras tanto, se hace necesario y pertinente el fortalecimiento de los Planes Territoriales de Gestión del Riesgo, lo más integrales posibles, con la participación de todos los involucrados incluyendo a la comunidad organizada y con la designación de los recursos necesarios para su ejecución.


Lecturas recomendadas:
Entrevista a Bernardo Aliaga - Radio ONU by giramvndo
  

(72) EL EMPRENDIMIENTO EMPRESARIAL EN COMUNIDADES DE ALTO RIESGO, UNA ALTERNATIVA DE SALUD PÚBLICA INTEGRAL / Alejandro Vargas Gutiérrez

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"...Quédese tranquilo doctor, mándeme el medicamento del bueno, no importa que sea más caro y no esté en el POS que yo lo puedo pagar, lo importante es que mi niña se alivie rápido"
Testimonio de un campesino y emprendedor del Municipio de Girardota (Ant) durante consulta externa con su hija de tres años. Febrero de 2011.


Capítulo 1. Gente pobre, gente enferma


Sin lugar a dudas, Robert Evans acertó en su documento sobre las razones para que una comunidad estuviera sana y otra no, al argumentar que es definitiva la jerarquía social y las condiciones socio económicas como determinantes fundamentales del proceso salud-enfermedad. Sobre el tema, ya Lalonde y Dever habían tratado de explicar los determinantes de la salud en las personas y comunidades por medio del factor hereditario, el estilo de vida de las personas, el acceso a los servicios de salud y el medio ambiente que los rodea. Evans sabe, como todo epidemiólogo, que el determinante denominado “condición socio-económica” hace más llevadera cualquier dolencia o enfermedad si se vive en medio de comodidades económicas que sin ellas.

Es más, en nuestro continente, la pobreza está directamente relacionada con un bajo nivel educativo y estos factores sumados favorecen los problemas reales de Salud Pública más frecuentes en nuestro medio, como la desnutrición, la tuberculosis, las infecciones dermatológicas, la caries dental, la gingivitis, el embarazo no planificado a temprana edad, la muerte materna y perinatal, el cáncer de cuello uterino y otras más. Es decir, la pobreza y la enfermedad suelen ir muy bien acompañadas.

Por eso, cuando desde el interior de un Sistema General de Seguridad Social en Salud como el de nuestro país (Colombia), se ofreció una cobertura “universal” para la salud y se distribuyeron carnés para todos y todas, la población más vulnerable aprovechó el más mínimo síntoma de enfermedad para utilizar su nuevo carné, acudir a los servicios de salud y de paso, sentirse menos pobre, pues en calidad de paciente afiliado al Régimen Subsidiado, un paciente adquiere visibilidad ante el Estado y la sociedad. En pocas palabras, un carné de salud del Régimen Subsidiado es como tener un tiquete gratuito para entrar a cine, sólo que durante el viaje no se incluyen algunos derechos o valores agregados como las palomitas de maíz y gaseosa (en el caso del Sistema de Salud los medicamentos de alto costo y los procedimientos complejos aprobados suelen ser una excepción).

Por eso, todos los que reciben carné, terminan usándolo (a veces en exceso) y ante la gran deuda social acumulada que presenta la población más pobre, es casi obvio que las enfermedades de alto costo suelen aparecer pronto y claro está, desequilibran al débil Sistema de Salud y Seguridad Social.

¿Cómo equilibrar el Sistema de Seguridad Social en Salud para evitar crisis del mismo y para garantizar mayor calidad de vida a los habitantes de una comunidad?

Pues tal como se menciona en el título de esta obra: ¡El Emprendimiento Empresarial es la clave!

Es fundamental que en este punto, retomemos la idea de la pobreza y el bajo nivel educativo como determinantes de salud muy cercanos, los cuales a su vez favorecen el ciclo de la enfermedad en una comunidad y pueden llegar a causar hasta la muerte. Por ello, la enfermedad en poblaciones muy pobres sólo se puede controlar adecuadamente cuando la educación, el empleo digno y la innovación están integradas con la atención en salud en la misma comunidad.

Dicho esto, hay una clave esencial para favorecer que una comunidad integre estos elementos. Esta mixtura positiva de elementos que previenen la enfermedad, potencian la salud e impulsan el desarrollo sostenible se denomina Emprendimiento Empresarial.

Lecturas recomendadas: