(68) QUÉ HACER DESPUÉS DE LAS INUNDACIONES DESDE EL SECTOR DE LA SALUD / Rodrigo Restrepo G

. 22 de diciembre de 2010
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No es necesario contextualizar, pues los medios han sido lo suficientemente amplios en la información relacionada con los efectos de la temporada invernal en Colombia al finalizar el 2010. Basta con decir que, al momento de esta publicación, han sido 28 de los 32 departamentos las entidades territoriales afectadas, en su mayoría por inundaciones y otro número importante afectados por deslizamientos, lo cual ha provocado desplazamiento masivo de las poblaciones.

Es difícil prever desde el punto de vista de la gestión del riesgo si estos efectos se hubiesen podido prevenir; no obstante, para algunos de ellos probablemente la respuesta sea afirmativa. Pero lo que sigue va en tres sentidos, debidamente precedidos de procesos de evaluación de daños y análisis de necesidades mediante equipos multidisciplinarios de respuesta inmediata.

El primero de ellos tiene que ver con la respuesta inmediata a la adversidad, con ayuda humanitaria de emergencia, representada en techo, abrigo, alimentación, agua y saneamiento y atención integral en salud. Para todas estas variables existen estándares mínimos humanitarios, a fin de que dichas respuestas no sean inferiores a las necesidades. El sector de la salud actuará en este período contribuyendo con la conservación de los aspectos sanitarios pertinentes para los alojamientos temporales, en especial en lo relacionado con la reducción del hacinamiento, la disposición adecuada de desecho sólidos, líquidos y excretas; la calidad del agua de consumo humano; el adecuado almacenamiento y manipulación de los alimentos y la disposición de servicios de atención en salud, no sólo de la enfermedad física, mental o psicosocial sino de los programas de promoción de la salud y de prevención de la enfermedad.

En una segunda fase se debe actuar en dos sentidos: la rehabilitación de los servicios vitales que son necesarios para la subsistencia de los seres afectados por el evento adverso: energía eléctrica, vías de comunicación, medios de comunicación (telefonía, Internet), fuentes de energía (gas, combustible), acueducto y alcantarillado. Por otra parte, en lo que al sector de la salud se refiere, se deben establecer procesos de rehabilitación de los servicios básicos de salud que hayan sido afectados por la catástrofe, en especial los servicios de urgencias y toda la red de respuesta asociada (laboratorios, quirófanos, servicios farmacéuticos, entre otros).

Un segundo aspecto en esta segunda fase es el de la reconstrucción. Para el caso de inundaciones, muchas comunidades retornarán a sus viviendas una vez las aguas vuelvan a sus cauces. Es aquí donde se requerirán mayores recursos económicos de apoyo, especialmente para evitar la reconstrucción de vulnerabilidades. En salud, obviamente que el reforzamiento estructural, no estructural y funcional de las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud será la línea a seguir.

Para las autoridades sanitarias, tanto durante la fase de respuesta como en la de rehabilitación-reconstrucción, se debe fortalecer el sistema de información y de vigilancia epidemiológica para mantener el seguimiento de aquellas enfermedades trazadoras según el tipo y magnitud del evento adverso. Incluir aquí la implementación de la vigilancia epidemiológica de base comunitaria.

Y la tercera fase no es otra que la de la preparación para el próximo evento adverso. No es para descansar sino para evaluar lo sucedido, identificar las necesidades de fortalecimiento institucional, de los planes hospitalarios para emergencias, de todos aquellos aspectos que requieren capacitación, replanteamientos funcionales y pruebas mediante simulaciones y simulacros.

Esta tercera fase es inevitable. No se puede omitir. Es la manera en que las comunidades y las instituciones demuestran que la adversidad es la oportunidad para el desarrollo. Aquí se incluyen las obras de mitigación necesarias para que, si se repitiese el fenómeno natural que originó el desastre, los daños no se vuelvan a presentar, o si se presentan, sean del menor impacto posible sobre las comunidades.



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(67) CÓMO PROTEGER LOS LOGROS DE LOS PROYECTOS DE SALUD PÚBLICA / Rodrigo Restrepo G

. 15 de diciembre de 2010
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El tema de la protección de los logros obtenidos en el sector de la salud surge de los lineamientos de la Organización Panamericana de la Salud, cuando se estableció el marco común de la cooperación técnica para las Américas durante un proceso de transformación institucional iniciado en 2003. Esto fue reafirmado en el segundo mandato de la Dra. Mirta Roses, quien en su discurso de posesión mencionó los derroteros de la agenda y el plan estratégico para la Región de las Américas, dirigido en tres dimensiones: “Completar la agenda inconclusa, proteger los logros alcanzados y responder a los nuevos desafíos…” (1).

El sentido de estos lineamientos es el de cerrar la agenda inconclusa frente a la reducción o eliminación de enfermedades como la rabia, el VIH-SIDA o la problemática de la mortalidad materna e infantil (La salud en los ODM); proteger logros alcanzados, como en el Programa Ampliado de Inmunizaciones, la erradicación de la poliomielitis, la eliminación del sarampión y la rubeola, el mantenimiento de los sistemas de vigilancia e información en salud, entre otros. Y afrontar los nuevos retos se refiere a las problemáticas de la epidemiología social en virtud de las nuevas situaciones de la salud, siendo capaces a anticiparse a ellas, tales como los brotes epidémicos [SARS, Influenza A (H1N1/09), cólera (Haití 2010)], los trastornos psicosociales de las emergencias humanitarias, entre otros (2).

Es perentorio, casi un mandato, en especial en el contexto de crisis económica mundial, de inequidad y de cambio climático, esta triple dimensión de la agenda de la OPS/OMS para el período 2008-2017. Son tres círculos básicos pero entrelazados. Si cerramos la agenda inconclusa y no la amarramos a estrategias de protección de logros se corre el riesgo del retroceso nefasto en un corto plazo real.

Cómo proteger los logros es la pregunta del millón. Apenas se ha hablado de recursos económicos, lo cual es cierto, pues reducir o anular rubros o incluso no crear rubros nuevos son el mayor error en salud pública (3). Pero esta no es la única variable sobre la cual hay que trabajar la protección de logros en salud. Se deben identificar otras variables y construir indicadores de protección de logros los cuales deben estar incluidos en todos aquellos proyectos formulados para precisamente alcanzar dichos logros.

Intentemos detallar al menos tres de estas variables.

Voluntad política: ¿Qué es la voluntad política? Pienso que es la columna vertebral sobre la cual se deben construir los proyectos de inversión en salud. La voluntad política no es solamente el deseo aprobatorio que uno espera escuchar de una autoridad sanitaria o de un mandatario local o nacional. La debemos medir por la presencia de cuatro componentes poderosos:

  • Políticas públicas: Si no hay políticas públicas en salud frente a una problemática no hay soluciones. La voluntad política se mide en la medida en que dichas autoridades identifican y emiten órdenes encaminadas a la formulación de los actos administrativos pertinentes para la adopción de una estrategia o programa.
  • Programas: Debe existir una estructura mínima, debidamente organizada, mediante la cual se establece la línea de base de la problemática de salud pública, los escenarios probables si no se interviene, y los objetivos, metas, estrategias, actividades e indicadores con los cuales se va a combatir dicha problemática. Este programa debe tener una persona responsable, técnica y administrativamente idónea y convencida y permanentemente entusiasmada con su tema.
  • Talento Humano: Algo muy difícil en los tiempos actuales. Contar con el recurso humano necesario para llevar a cabo los objetivos trazados, de acuerdo con los lineamientos establecidos en el Programa. Entiéndase por necesario no sólo la cantidad sino la calidad de dicho recurso humano. Calidad que contempla, además de su conocimiento técnico científico, el lleno pleno de sus satisfactores de bienestar; es decir, un recurso humano bien remunerado, con acceso a los beneficios de la protección social, al descanso y a la recreación. Con estas características, es difícil que un equipo de trabajo sólo labore por cumplir con unos términos de referencia o unas funciones establecidas para un cargo. Ha de ser un equipo que encuentra satisfacción en lo que hace. Además, si están siendo exitosos, hay que darles continuidad. La excesiva rotación del personal atenta contra la calidad de los productos. 
  • Recursos: Garantizar los aspectos logísticos y de sostenibilidad de un programa o de un proyecto son la cuarta variable que denota la voluntad política frente a un problema de salud pública. Estos recursos deben estar muy bien identificados y, adicionalmente, deben dar muestra de crecimiento en el tiempo, dentro de un lógico mejoramiento de procesos.
Otra variable a tener en cuenta para la construcción de indicadores de protección de logros podría ser la del monitoreo a mediano plazo. Regularmente se formulan y se ejecutan proyectos sin contar con programas e incluso sin voluntad política, quizá por falta de gobernabilidad. Especialmente en estos casos, sería muy pertinente incluir en los proyectos algunos recursos remanentes para el seguimiento de las acciones de los proyectos en dos o tres momentos en el tiempo a posteriori, bien sea a los 6 y a los 12 meses o a los 6, 12 y 18 meses después de haber concluido dicho proyecto. Este seguimiento permitiría dar un segundo impulso a un proceso que las autoridades y/o las comunidades ya han tomado por sus propios medios. O permitiría retomar o reformular un nuevo proyecto para evitar el retroceso de logros alcanzados frente a incapacidades gubernamentales o de organizaciones comunitarias. O permitiría identificar nuevas necesidades frente a nuevos retos o amenazas en salud pública (cerrando así los tres círculos básicos enlazados).

Una tercera variable está encaminada hacia la gestión del conocimiento. En la medida en que un proyecto o programa está dando resultados y las comunidades emiten subjetivamente su complacencia frente al mejoramiento de sus condiciones de salud debido a las acciones de dicho programa o proyecto, debemos encontrar el sustento técnico u objetivo de dichas apreciaciones. Por ejemplo, la vinculación de la academia en el desarrollo de investigaciones frente a los logros obtenidos; el establecimiento y mantenimiento de indicadores de salud ante la problemática intervenida, en los cuales se demuestren impactos tangibles.

Expongo aquí apenas tres variables sobre las cuales se deben construir indicadores de protección de logros a ser incluidos en los proyectos de intervención para la protección y el mejoramiento de la salud de las comunidades. Pero no son las únicas… existen amenazas tales como las catástrofes, los conflictos armados internos, disrupción social, seguridad, entre otras, que también habría que incluirlas según los contextos, y sobre las cuales habría también que elaborar indicadores que nos permitan lanzar la alerta para actuar en beneficio de la protección de los logros alcanzados.


(1) Discurso de toma de posesión de la Dra. Mirta Roses Periago como Directora de la Organización Panamericana de la Salud, febrero 1 de 2008, disponible en http://www.paho.org/Spanish/D/D_InaugSpeech_F08_spa.htm, consultado el 15/12/2010

(2) Boletín Epidemiológico de la Organización Panamericana de la Salud, Vol. 26, Nº 1, Marzo, 2005, disponible en http://www.paho.org/spanish/dd/ais/EB_v26n1.pdf, consultado el 15/12/2010

(3) Roses, M.: Invertir en salud para proteger los logros, Blog de la Directora de la OPS/OMS, Washington, marzo, 2009, disponible en http://66.101.212.220/mirtaroses/index.php?id=79, consultado el 15/12/2010
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(66) BROTES EPIDÉMICOS EN EL 2010: CÓLERA Y POLIOMIELITIS / Rodrigo Restrepo G

. 13 de noviembre de 2010
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La realidad actual nos está mostrando cuán vulnerables estamos los seres humanos frente a estos tipos de eventos, los cuales responden a una serie de variables, que van desde la misma inequidad global y, en particular, la inequidad en salud, el cambio climático, la falta de acciones colectivas efectivas en salud pública, la corrupción, la baja implementación o ausencia de estrategias de protección de logros, entre otras.

Mientras la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud llevan décadas tratando de erradicar la Poliomielitis, con muy buenos resultados, en El Congo se ha presentado un brote altamente letal, donde, a la fecha de esta publicación, se han reportado 201 casos de parálisis flácida aguda y 104 muertes y se han confirmado al menos 5 casos donde se ha tipificado el poliovirus salvaje (WPV1), con ataques atípicos en población adulta. Esto da al traste con la casuística que se traía, donde el número de casos a nivel mundial se había reducido casi a la mitad gracias a los logros obtenidos en Nigeria e India, con reducciones de casos del 97% y del 93% respectivamente.

En Haití, la emergencia epidemiológica se debe al brote de Cólera, cuya perspectiva se preveía caótica en virtud de la confluencia de variables que han sumado en la alta vulnerabilidad de esta población, donde los eventos de la naturaleza han contribuido con el desastre. Las cifras, a fecha 10 de noviembre, hablan de algo más de 12.300 hospitalizaciones y casi 800 defunciones, lo cual denota la labor que el sector de la salud debe estar enfrentando en estos momentos.

Con ocasión de la reforma humanitaria en el Sistema de Naciones Unidas, la respuesta a los desastres se realiza de la manera más organizada y coordinada posible. Es así como los organismos que brindan asistencia sanitaria se agregan al llamado Cluster Salud, a fin de que sus acciones de apoyo al sector de la salud sean mucho más eficientes y efectivas. Precisamente, ese grupo de asistencia sanitaria en Haití ha lanzado el primer Boletín, fechado el pasado 11 de noviembre, cuya información comparto para el conocimiento y la difusión de las personas e instituciones interesadas.

Para quienes trabajamos en el tema de la Gestión de Riesgos frente a Desastres, es nuestro deber mantenernos informados frente a las respuestas y las necesidades de brindan los organismos de socorro y de ayuda humanitaria ante estos tipos de eventos a nivel mundial, sin olvidar que las emergencias epidemiológicas también deben integrarse al tema de la Gestión del Riesgo.

Espacios recomendados de consulta:

  • Centro de Operaciones de Emergencia de la OPS: http://bit.ly/COE-OPS
  • Alerta y Respuesta ante Epidemias y Pandemias de la OMS: http://bit.ly/gar_oms
  • Moro B., "Implementing humanitarian reform in Colombia", publicado en la Web de la Humanitarian Practice Network, diciembre, 2009, Issue 45, disponible en http://bit.ly/refhumcol1, consultado en 13/11/2010
  • Arcas I., "Reforma Humanitaria de Naciones Unidas I: el enfoque de clusters", publicado en la Web del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria, mayo, 2009, disponible en http://bit.ly/refhum2 , consultado en 13/11/2010.
  • Iniciativa global para la erradicación de la Poliomielitis: http://bit.ly/9Ujjky 
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(65) HURACÁN TOMÁS NO AFECTÓ LABORES LOGÍSTICAS DE LA AYUDA HUMANITARIA EN HAITÍ/ Rodrigo Restrepo G

. 9 de noviembre de 2010
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Las labores de recepción, clasificación y entrega de ayudas a los damnificados de la combinación de eventos adversos de este año en Haití, representados por el terremoto de enero, la epidemia de Cólera iniciada a finales de octubre y el paso del huracán Tomás el fin de semana pasado, no fueron afectadas a pesar de las fuertes lluvias y vientos que trajo el huracán Tomás.


Ni las instalaciones de PROMESS en Puerto Príncipe, bodega gestionada por OPS/OMS que presta el servicio de apoyo logístico para las ayudas humanitarias; ni los procesos implementados sufrieron ninguna afectación, lo cual ha permitido el sostenimiento de las labores dirigidas a las ONGs, Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud, Organismos de Respuesta a Desastres y el Ministerio de Salud para hacer llegar las ayudas a las personas afectadas por estos desastres.


PROMESS está utilizando el sistema LSS/SUMA, diseñado especialmente para este tipo de procesos.


Mayor información:


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(64) OBJETIVO EN SALUD PÚBLICA: LA PROTECCIÓN DE LOS LOGROS / Rodrigo Restrepo G

. 29 de octubre de 2010
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Son muchas las acciones que desarrollan las entidades de gobierno, la institucionalidad, las organizaciones no gubernamentales, las agencias de cooperación internacional, entre otras instituciones, en virtud de sus competencias y sus mandatos, con lo cual se alcanzan los objetivos propuestos a la luz de los planes operativos, de inversión o de intervención. Y en un buen porcentaje se logran los impactos sobre las comunidades.

En este proceso se transita por innumerables obstáculos, algunos de los cuales son subsanados de la mejor manera, pero en otros casos las decisiones tomadas no son las más acertadas. Sin embargo, a pesar de ello, se logran los objetivos en buen porcentaje y, aquellas decisiones que fueron desacertadas, se constituyen en lecciones aprendidas que contribuyen al perfeccionamiento de los procesos para la réplica en otros escenarios con necesidades similares.

Uno de esos obstáculos en nuestra Colombia está representado por la falta de seguridad para la integridad del recurso humano y del buen desempeño de las acciones. Los grupos armados ilegales, las bandas criminales, los narcotraficantes, los corruptos, entre otros, tienen el poder de disuadir las mejores intenciones para el bienestar y el desarrollo de las comunidades; sin embargo, el saber popular tiene a su favor los recursos de participación, de Ley y de autoridad que, de manera probada y sostenida, han sabido contrarrestar estos peligrosos obstáculos, aunque en algunos casos se ha pagado un precio alto.

No obstante lo anterior y derrotado el mito, se cierne sobre los programas, planes o proyectos una variable muy tenida en cuenta pero poco controlable: la sostenibilidad. A pesar de que se piensa en la sostenibilidad y se estiman los diferentes escenarios, es difícil que estas variables sean controladas, en especial en las zonas rurales intermedias y en las poblaciones más apartadas.

Muchas veces no basta con obtener la voluntad política de las autoridades, pues no siempre se traduce en las acciones encaminadas a la sostenibilidad y la idoneidad técnica y profesional requerida para el buen desempeño de los proyectos.

Se hace necesario que, en pro de la sostenibilidad de los procesos que van por buen camino o que han alcanzado un buen nivel de madurez y se traducen en impactos favorables para la salud de las comunidades, se piense en las estrategias que disminuyan el riesgo de dar al traste en corto tiempo con los logros alcanzados.

El primero de estas estrategias es la normalización de dichos procesos, mediante actos administrativos muy bien diseñados, constitutivos de políticas públicas para la salud comunitaria, que impliquen esfuerzos técnicos, operativos y de recursos propios para las administraciones presentes y futuras.

Otra propuesta de estrategia es la conformación de equipos humanos de calidad, comprometidos con los procesos y con las comunidades para las cuales desarrollan sus acciones. Equipos locales, conocedores de la región y de las costumbres pero que respetan la cultura y saben aprovechar esas fortalezas culturales para la el mejor accionar del equipo.

Indudablemente que la participación de las comunidades objeto de las acciones será prenda de garantía de sostenibilidad en la medida en que se les brinde información, capacitación en sus derechos y sus deberes y se les de la oportunidad de aportar desde sus saberes en la búsqueda de las soluciones requeridas para el bienestar de la comunidad y de todas las personas implicadas en los procesos.

Para las organizaciones cooperantes, donde uno de sus mandatos ha de ser el fortalecimiento institucional y de las comunidades, no pueden ser ajenas en este cometido. Si sus acciones son netamente asistenciales, deben pensar que al momento de retirarse, todos los logros alcanzados se irían al traste. En todo esto debe haber la participación de la institucionalidad y deben dejarse procesos, elementos y estrategias que contribuyan a la sostenibilidad y al fortalecimiento institucional.

Pero si definitivamente, el mandato de estas organizaciones implica su traslado a otras localidades más necesitadas, deberían pensar muy bien el escenario apropiado para esa retirada y dejar en sus objetivos el seguimiento periódico a los logros alcanzados en las regiones donde aportaron por tanto tiempo, a fin de mantener los lazos de comunicación y la capacidad de incidencia en las decisiones de las autoridades y de las comunidades organizadas, quienes de esta manera permanecerán agradecidas y con la iniciativa de mantener dichos logros.

Muchas de estas instituciones laboran con recursos de países donantes o de instituciones altruistas. Pues bien, se deben desarrollar proyectos de protección de logros, donde se destinen recursos para el seguimiento de proyectos exitosos que hayan cerrado y que estén en manos de las autoridades legales o de las comunidades organizadas, haciendo seguimiento a los indicadores de resultados y propuestas de mejoramiento o de introducción de nuevas estrategias o herramientas.

Para los donantes, deben apreciar la importancia de estos procesos de protección de logros, los cuales han permitido, por poner un ejemplo, la eliminación de algunas enfermedades inmunoprevenibles y la consiguiente erradicación mundial de éstas. Es así como se pretende erradicar la poliomielitis, el sarampión, la rubeola entre otras, pero también se busca impactar en enfermedades comunes como las diarreas o las enfermedades respiratorias; las enfermedades sociales como la drogadicción, el alcoholismo, el maltrato intrafamiliar, entre otras, donde se requieren compromisos interinstitucionales e intersectoriales, pero también, estrategias para la protección de logros, que superen los cambios de gobiernos y la rotación de los funcionarios públicos.

En esto último, la autoridad nacional juega un papel importante, pues a pesar de que exista algún grado de descentralización administrativa, se debe mantener y velar por que la calidad técnica y profesional de los programas de Salud Pública sea la más alta posible (El Derecho a la Salud), haciendo énfasis en el ejercicio de las once Funciones Esenciales de la Salud Pública al mayor nivel posible desde lo local y lo departamental.

El desarrollo de proyectos de protección de logros permitirá frenar el retroceso de indicadores de importancia en Salud Pública y garantizará el logro de las metas de mediano y largo plazo propuestas en los diferentes planes de desarrollo regionales y globales en las instancias internacionales.

Lectura recomendada:


- Invertir en salud para proteger los logros: Blog de la Dra. Mirta Roses, Directora de la Organización Panamericana de la Salud, marzo 2009, disponible en http://66.101.212.220/mirtaroses/index.php?id=79, consultado en 29/10/10

- Otros escritos y fuentes sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio, disponibles en GiraMundo, en http://bit.ly/GIR-ODM
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(63) PLAN DE ACCIÓN DE HOSPITALES SEGUROS 2015 / Rodrigo Restrepo G

. 1 de octubre de 2010
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Hoy culminó la 50ª Reunión del Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud, en la cual participan los Ministros de Salud de los países miembros y todos los Directivos que hacen parte de la OPS para evaluar la situación de salud de las Américas y establecer los propósitos para los meses siguientes, de acuerdo con los retos en Salud Pública.

Uno de estos retos priorizados por los Ministros de Salud corresponde a la necesidad de que las instituciones prestadoras de servicios de salud puedan no solo resistir los embates de los desastres sino de poder laborar con todo su potencial al máximo, en la atención de víctimas y afectados inmediatamente después de que sucede un desastre.

El llamado de los Ministros de Salud va encaminado al fortalecimiento de los objetivos y metas trazados desde hace varios años para que los hospitales sean más seguros ante los desastres. En este propósito, se han comprometido con un nuevo plan regional que incluye inversiones y sistemas de supervisión para conseguir que los hospitales y otros establecimientos de salud nuevos sean construidos conforme a normas de resiliencia a los desastres y que las instalaciones más antiguas sean modernizadas para que puedan seguir funcionando después de una situación de emergencia o desastre.

El Plan de Acción de Hospitales Seguros contempla objetivos, metas, indicadores y acciones específicas, fijados al 2015, pero con metas de seguimiento puntuales, con los cuales se busca:


  • el  desarrollo y puesta en marcha de la política y el programa nacional de hospitales seguros para promover la coordinación y participación interinstitucional e intersectorial a nivel nacional, subnacional y local;

  • el desarrollo y aplicación de sistemas de información para identificar oportunamente todas las nuevas construcciones, reparaciones o mejoramiento de la infraestructura de salud con el fin de incorporar medidas que garanticen su funcionamiento en casos de emergencias y desastres;

  • el establecimiento e implementación de mecanismos de supervisión y control independiente de los proyectos de inversión, con la intervención de profesionales calificados;

  • la garantía de incorporación de criterios de protección de la vida, de la inversión y de la función en todas las etapas de los nuevos proyectos de inversión en salud;

  • la actualización de las normas de diseño, construcción y funcionamiento de establecimientos de salud con el fin de proteger los componentes estructurales, no estructurales y funcionales en casos de desastre; y

  • el mejoramiento de la seguridad de los establecimientos de salud existentes, priorizando aquellos que por su importancia y capacidad de resolución se constituyen en parte esencial de la red de servicios de salud en emergencias y desastres.
En muchos de nuestros países ya se cuenta con personas entrenadas en la evaluación del Índice de Seguridad Hospitalaria (ISH) y muchos hospitales ya han realizado el ejercicio de medir la línea de base de su ISH y en algunos se ha diseñado y desarrollado un plan de acción a partir de esta línea de base. Nuevamente nace la oportunidad para que nuestros hospitales accedan a recursos de inversión y de capacitación para el fortalecimiento estructural, no estructural y funcional. Quiere decir que si no se ha medido el ISH, la política nacional y los recursos destinados para ello permitirán hacerlo prontamente; y si ya se midió el ISH y el Plan de Acción no ha sido culminado, es el momento de actualizarlo y gestionar los recursos necesarios para su ejecución y nueva medición del ISH.

En el video, el Director del Programa de Preparativos para Situaciones de Emergencia y Socorro en Casos de Desastre (PED) de la Organización Panamericana de la Salud, Dr. Jean Luc Poncelet, habla sobre la importancia de construir hospitales seguros, como objetivo al 2015 y la disposición de herramientas para la medición del Índice de Seguridad Hospitalaria.


Watch live streaming video from girsalud at livestream.com

El Consejo Directivo de la OPS-OMS se reúne una vez al año en los años en que la Conferencia Panamericana no se celebra. Y actúa en nombre de la Conferencia en el intervalo de sus sesiones.

Bibliografía:
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