
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) del Departamento de Seguridad de los Estados Unidos ha exhortado a la comunidad en la responsabilidad ciudadana, individual y familiar, a tener diseñados y probados sus preparativos para estos eventos, lo cual ha de complementar los preparativos institucionales y la coordinación de acciones, antes, durante y con posterioridad a la situación de emergencia o desastre.
La meteorología y sus avances han permitido el monitoreo y predicción en la conformación de estos eventos de la naturaleza, pero el curso y la magnitud de su avance solo son calculados con no más de dos o tres días de anticipación, pudiendo así preverse el tipo de daños que habrán de suceder y, con base en ello, determinar qué poblaciones se pueden encontrar a riesgo por causa de su vulnerabilidad.
Gracias a la Internet, se puede hoy en día acceder a toda una serie de recursos de información que pueden orientar no solo a la comunidad sino a los profesionales y técnicos que intervienen en preparativos, mitigación y respuesta, permitiendo así minimizar los efectos directos sobre la vulnerabilidad individual y apoyando a las autoridades regionales y locales en el fortalecimiento de su capacidad para enfrentar una tormenta devastadora o un huracán.
El sector de la salud es el que mayores obras de mitigación debe adelantar a fin de garantizar la prestación de los servicios durante y después del desastre. Quiere decir que su personal administrativo y asistencial debe actuar antes del desastre, preparándose para la respuesta oportuna y adecuada, identificando los puntos vulnerables y realizando las obras pertinentes para que el servicio no sea interrumpido.
El Sistema Nacional de Prevención y Atención de Desastres en el nivel regional y local debe articularse con los Profesionales que en el Sector Salud tienen a su cargo el componente de Prevención y Atención de Desastres a fin de unir los esfuerzos para realizar la gestión del riesgo en las instituciones prestadoras de los servicios de salud, de tal manera que se identifiquen las vulnerabilidades estructurales y no estructurales y se actúe sobre ellas.
En Colombia hemos vivido los tradicionales “coletazos” de tormentas tropicales y huracanes en la costa caribe pero, en los tiempos actuales de cambios climáticos, no estamos exentos a ser tocados mucho más de cerca por uno o más de estos eventos. Si bien podría pensarse que la probabilidad es baja, siempre existirá el riego, desde el Cabo de la Vela hasta el Golfo de Urabá.
Lecturas recomendadas:
- Recursos útiles para preparativos ante tormentas y huracanes, en: http://www.centrotampa.com/weather/hurricane/
- Primera tormenta 2007 en el Atlántico, en: http://www.fema.gov/spanish/news/newsrelease_spa.fema?id=36150
- Pronósticos y preparativos de la temporada de huracanes 2007, en:
1 Reuters Mexico, Mayo 22 de 2007
2 Reuters América Latina, mayo 22 de 2007
3 Fema, abril 4 de 2007
4 Federación Internacional Sociedades Cruz Roja, mayo 14 de 2007
5 IDEAM - Colombia, mayo 31 de 2007