(72) EL EMPRENDIMIENTO EMPRESARIAL EN COMUNIDADES DE ALTO RIESGO, UNA ALTERNATIVA DE SALUD PÚBLICA INTEGRAL / Alejandro Vargas Gutiérrez

. 16 de marzo de 2011



"...Quédese tranquilo doctor, mándeme el medicamento del bueno, no importa que sea más caro y no esté en el POS que yo lo puedo pagar, lo importante es que mi niña se alivie rápido"
Testimonio de un campesino y emprendedor del Municipio de Girardota (Ant) durante consulta externa con su hija de tres años. Febrero de 2011.


Capítulo 1. Gente pobre, gente enferma


Sin lugar a dudas, Robert Evans acertó en su documento sobre las razones para que una comunidad estuviera sana y otra no, al argumentar que es definitiva la jerarquía social y las condiciones socio económicas como determinantes fundamentales del proceso salud-enfermedad. Sobre el tema, ya Lalonde y Dever habían tratado de explicar los determinantes de la salud en las personas y comunidades por medio del factor hereditario, el estilo de vida de las personas, el acceso a los servicios de salud y el medio ambiente que los rodea. Evans sabe, como todo epidemiólogo, que el determinante denominado “condición socio-económica” hace más llevadera cualquier dolencia o enfermedad si se vive en medio de comodidades económicas que sin ellas.

Es más, en nuestro continente, la pobreza está directamente relacionada con un bajo nivel educativo y estos factores sumados favorecen los problemas reales de Salud Pública más frecuentes en nuestro medio, como la desnutrición, la tuberculosis, las infecciones dermatológicas, la caries dental, la gingivitis, el embarazo no planificado a temprana edad, la muerte materna y perinatal, el cáncer de cuello uterino y otras más. Es decir, la pobreza y la enfermedad suelen ir muy bien acompañadas.

Por eso, cuando desde el interior de un Sistema General de Seguridad Social en Salud como el de nuestro país (Colombia), se ofreció una cobertura “universal” para la salud y se distribuyeron carnés para todos y todas, la población más vulnerable aprovechó el más mínimo síntoma de enfermedad para utilizar su nuevo carné, acudir a los servicios de salud y de paso, sentirse menos pobre, pues en calidad de paciente afiliado al Régimen Subsidiado, un paciente adquiere visibilidad ante el Estado y la sociedad. En pocas palabras, un carné de salud del Régimen Subsidiado es como tener un tiquete gratuito para entrar a cine, sólo que durante el viaje no se incluyen algunos derechos o valores agregados como las palomitas de maíz y gaseosa (en el caso del Sistema de Salud los medicamentos de alto costo y los procedimientos complejos aprobados suelen ser una excepción).

Por eso, todos los que reciben carné, terminan usándolo (a veces en exceso) y ante la gran deuda social acumulada que presenta la población más pobre, es casi obvio que las enfermedades de alto costo suelen aparecer pronto y claro está, desequilibran al débil Sistema de Salud y Seguridad Social.

¿Cómo equilibrar el Sistema de Seguridad Social en Salud para evitar crisis del mismo y para garantizar mayor calidad de vida a los habitantes de una comunidad?

Pues tal como se menciona en el título de esta obra: ¡El Emprendimiento Empresarial es la clave!

Es fundamental que en este punto, retomemos la idea de la pobreza y el bajo nivel educativo como determinantes de salud muy cercanos, los cuales a su vez favorecen el ciclo de la enfermedad en una comunidad y pueden llegar a causar hasta la muerte. Por ello, la enfermedad en poblaciones muy pobres sólo se puede controlar adecuadamente cuando la educación, el empleo digno y la innovación están integradas con la atención en salud en la misma comunidad.

Dicho esto, hay una clave esencial para favorecer que una comunidad integre estos elementos. Esta mixtura positiva de elementos que previenen la enfermedad, potencian la salud e impulsan el desarrollo sostenible se denomina Emprendimiento Empresarial.

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1 comentarios:

alfredo hernández c. dijo...

De acuerdo, pues considerando las carencias, crisis y dificultades como generador de oportunidades, sería la forma más sabia de superar los problemas de la pobreza (tanto material como mental).
La situación es más de fondo: si todos los pobres se capacitan para aprovechar positivamente las carencias, al estado politiquero se le acabaría la estrategia de esclavizar a los pobres, "dándoles subsidios" para después cobrárselos indígnamente. Esta sería la herramienta capaz de acabar con la pobreza (mental y material) y por ende mejoramos los niveles de salubridad en cualquier comunidad.
"No hay que dar pescado, hay que enseñar a pescar".